La inquietud por dar clases surgió desde que terminé la carrera de Ingeniero Civil, los primeros años los dediqué a ejercer esta profesión, la cual también me apasiona como la docencia. La mayor ilusión que tengo es que pueda combinar las dos profesiones, la construcción y la docencia.
Inicié la enseñanza primero en el nivel superior, donde los alumnos son mayores de edad o sea mayores de 18 años, en este nivel no he tenido mayores problemas.
Cuando inicié la enseñanza en el nivel medio superior fue donde sentí altas dosis de ansiedad, ya que los alumnos que tenía eran muchachos con edad que oscilaba entre los 15 a 18 años, los cuáles en su mayoría no tenían interés en aprender los contenidos de la materia, no pensaban que estos conocimientos les sería de utilidad en un futuro, no olvido este primer contacto con el nivel medio superior, me faltaba experiencia para bajar el nivel de los contenidos al nivel que tenían los alumnos, tuve bastantes problemas con uno de los grupos.
Ahora aunque ya tengo casi 7 años laborando en este nivel, no me siento satisfecho con los avances que he logrado, ya no he tenido problemas con los alumnos como al inicio, pero todavía me falta lograr enganchar lo que los alumnos saben, lo que han vivido con los nuevos contenidos que voy a introducir, he leído varios autores pero no he encontrado aún como aterrizar toda esa teoría en la practica del salón de clase.
Creo que me falta mayor trabajo en la planeación de las asignaturas, me ha descontrolado que en cada semestre me cambian de asignatura a modulo y viceversa, me falta también sistematizar la labor docente, siento todavía que me falta trabajo para encontrar el balance adecuado en cuanto a la disciplina, a veces siento que soy un poco autoritario, pero después siento que soy muy blando.
A pesar de todas estas vicisitudes, siento emoción al inicio de cada semestre, me ilusiona seguir ayudando a los alumnos con bajo nivel a que aprendan los contenidos de las materias duras como las matemáticas.
Gracias y espero sus comentarios.
lunes, 15 de diciembre de 2008
Mi confrontación
Mi profesión original es la de Ingeniero Civil, la cual me ha dado muchas satisfacciones.
Estudié en el Instituto Tecnológico de Sonora de los años 1980 a 1984, tardé un poco en titularme fue hasta el año 1995, quizá por que en cuanto terminé la carrera empecé a trabajar, esta carrera tenía fama de que eran poco los estudiantes que se titulaban.
Desde que terminé la carrera tenía la inquietud de dar clases, más bien sentía una necesidad ya que siempre me gustaron las matemáticas y con el transcurso del tiempo me daba cuenta que se comenzaban a olvidar todos esos conocimientos adquiridos en preparatoria y Universidad, pero como estuve en diferentes localidades no podía comprometerme con alguna escuela.
Hasta que en el año de 1987 inicie en una preparatoria particular a dar clases de matemáticas a primero y tercer semestre, dure solamente un semestre, como dice José Manuel Esteve aprendí a ser profesor por ensayo y error, nadie me enseñó a ser profesor.
Pasó el tiempo y me cansé de trabajar de una localidad a otra y traté de establecerme en Cd. Obregón y fue cuando inicié a impartir clases en el Instituto Tecnológico de Sonora en el año 1996 como maestro auxiliar y donde he permanecido desde entonces, combinaba el trabajo en la construcción con la docencia.
En Febrero del 2002 tuve que tomar la decisión de continuar en la construcción o entrar como docente en el sistema DGETI, ya que ambas demandaban tiempo, ya no se podían combinar, decidí quedarme como docente en el CBTIS 37 y continuar como maestro auxiliar del ITSON, lo cual hasta la fecha estoy en estas condiciones, aunque sigo con la inquietud de ejercer en la construcción, lo cual espero lograr en un futuro. En el nivel medio superior al inicio tuve problemas con algunos alumnos debido a que tenía dificultad de adaptar los contenidos al nivel de conocimiento del alumnado, lo cual según José M. Esteve es una de las labores del docente.
Ser profesor de educación media superior me ha dado la oportunidad de seguir estudiando, lo cual en la construcción no podía lograrlo, he podido recordar las matemáticas de preparatoria, he logrado llevar cursos tanto pedagógicos como académicos, y voy a continuar con mi capacitación ya que como dice Paulo Freire, esta debe ser permanente.
Me alegra cuando ex alumnos me saludan después de varios años y me dicen que aprendieron algo en mi clase o cuando toman clases nuevamente conmigo en la Universidad, siento que algo positivo les quedó de mi clase, me da gusto cuándo los alumnos entran con ganas de trabajar en la clase, y que me retan sobre conocimientos en la materia. En estos casos pude lograr ser un buen interlocutor con ellos, aunque también pudo suceder que sus estilos de aprendizaje se amoldaron con mi estilo de enseñanza, lo cual no sucedió con otros alumnos.
Me siento frustrado cuando algunos alumnos no entienden el contenido de la materia, cuando hay demasiado desorden en clase y que no se cumple con el objetivo propuesto. El problema que tengo según Esteve es que no he conseguido enganchar lo que los alumnos saben, lo que han vivido, lo que les puede preocupar, con los nuevos contenidos que les presento, habría que ensayar nuevas técnicas para explicar un tema, o como dice Paulo Freire requiero despertar la curiosidad ya que sin ella el alumno no aprende.
Con mucho esfuerzo he tratado de recuperar que los alumnos pregunten, que descubran por si mismo los detalles que les falta para solucionar algún problema que les planteo, lo más fácil es explicar esos detalles sin que el alumno pregunte, pero esto provoca desinterés en ellos.
Gracias y espero sus comentarios.
Estudié en el Instituto Tecnológico de Sonora de los años 1980 a 1984, tardé un poco en titularme fue hasta el año 1995, quizá por que en cuanto terminé la carrera empecé a trabajar, esta carrera tenía fama de que eran poco los estudiantes que se titulaban.
Desde que terminé la carrera tenía la inquietud de dar clases, más bien sentía una necesidad ya que siempre me gustaron las matemáticas y con el transcurso del tiempo me daba cuenta que se comenzaban a olvidar todos esos conocimientos adquiridos en preparatoria y Universidad, pero como estuve en diferentes localidades no podía comprometerme con alguna escuela.
Hasta que en el año de 1987 inicie en una preparatoria particular a dar clases de matemáticas a primero y tercer semestre, dure solamente un semestre, como dice José Manuel Esteve aprendí a ser profesor por ensayo y error, nadie me enseñó a ser profesor.
Pasó el tiempo y me cansé de trabajar de una localidad a otra y traté de establecerme en Cd. Obregón y fue cuando inicié a impartir clases en el Instituto Tecnológico de Sonora en el año 1996 como maestro auxiliar y donde he permanecido desde entonces, combinaba el trabajo en la construcción con la docencia.
En Febrero del 2002 tuve que tomar la decisión de continuar en la construcción o entrar como docente en el sistema DGETI, ya que ambas demandaban tiempo, ya no se podían combinar, decidí quedarme como docente en el CBTIS 37 y continuar como maestro auxiliar del ITSON, lo cual hasta la fecha estoy en estas condiciones, aunque sigo con la inquietud de ejercer en la construcción, lo cual espero lograr en un futuro. En el nivel medio superior al inicio tuve problemas con algunos alumnos debido a que tenía dificultad de adaptar los contenidos al nivel de conocimiento del alumnado, lo cual según José M. Esteve es una de las labores del docente.
Ser profesor de educación media superior me ha dado la oportunidad de seguir estudiando, lo cual en la construcción no podía lograrlo, he podido recordar las matemáticas de preparatoria, he logrado llevar cursos tanto pedagógicos como académicos, y voy a continuar con mi capacitación ya que como dice Paulo Freire, esta debe ser permanente.
Me alegra cuando ex alumnos me saludan después de varios años y me dicen que aprendieron algo en mi clase o cuando toman clases nuevamente conmigo en la Universidad, siento que algo positivo les quedó de mi clase, me da gusto cuándo los alumnos entran con ganas de trabajar en la clase, y que me retan sobre conocimientos en la materia. En estos casos pude lograr ser un buen interlocutor con ellos, aunque también pudo suceder que sus estilos de aprendizaje se amoldaron con mi estilo de enseñanza, lo cual no sucedió con otros alumnos.
Me siento frustrado cuando algunos alumnos no entienden el contenido de la materia, cuando hay demasiado desorden en clase y que no se cumple con el objetivo propuesto. El problema que tengo según Esteve es que no he conseguido enganchar lo que los alumnos saben, lo que han vivido, lo que les puede preocupar, con los nuevos contenidos que les presento, habría que ensayar nuevas técnicas para explicar un tema, o como dice Paulo Freire requiero despertar la curiosidad ya que sin ella el alumno no aprende.
Con mucho esfuerzo he tratado de recuperar que los alumnos pregunten, que descubran por si mismo los detalles que les falta para solucionar algún problema que les planteo, lo más fácil es explicar esos detalles sin que el alumno pregunte, pero esto provoca desinterés en ellos.
Gracias y espero sus comentarios.
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